domingo, 28 de mayo de 2017

Donald Trump y la (mala) educación

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Euronews ha realizado un montaje con el que se inaugura una nueva categoría de los mandatarios aprovechando el paso de Donald Trump por Europa. Lo ha titulado "Trumplomacia: Los mejores peores momentos de Donald en Europa" ("Trumplomacy: the best of Donald's worst moments in Europe"). Creo que pocos titulares serán tan expresivos como este por lo que dicen y por lo que sugieren.
Es difícil encontrar un dirigente más zafio y grosero, peor educado que este grandullón que va apabullando, dando codazos y desplazando a los que se interponen en su camino —como ha ocurrido con el primer ministro montenegrino—. Si Estados Unidos pretende hacerse respetar, deberá mandar a su presidente a algún tipo de escuela de buenas maneras, dejando los malos hábitos para sus giras locales, ya que sus votantes las disfrutan como piezas exquisitas.
La impresión que ha dejado en su estreno europeo es penosa, de vergüenza ajena. Pero hasta se le perdonaría la poca atención que su maestros le prestaron en su infancia si hubiera hecho algo bueno. Sus acciones políticas se limitan a reclamar más dinero, a amenazar y a contribuir al desmantelamiento del planeta gracias a su ignorancia profunda de aspectos que van del número de artículos que tiene la Constitución norteamericana a quiénes contienden en Oriente Medio, pasando por su ignorancia científica sobre el cambio climático.
No hay que darle muchas más vueltas: es un patán ignorante.


La perversión de la democracia norteamericana permite estas cosas, que muchos se rindan a sus pies y le aplaudan y jaleen. Cuanta mayor zafiedad, más aplausos. Es una extraña reacción que solo se explica con el descenso del valor de la educación en los Estados Unidos. Los votantes republicanos —según los análisis estadísticos— han visto descender vez su nivel educativo. La ignorancia gana terreno.
La brecha educativa es cada vez mayor y los republicanos aprovechan para agrandarla con nuevas leyes y recortes. The Washington Post titula "With state budget in crisis, many Oklahoma schools hold classes four days a week" y señala lo que ocurre en ese estado. Hay dinero para armas, pero no para educación. Pero la reducción de la semana de clase en un día no es un fenómeno único de Oklahoma:

Oklahoma is not the only state where more students are getting three-day weekends, a concept that dates to the 1930s. The number is climbing slowly across broad swaths of the rural big-sky West, driven by a combination of austere budgets, fuel-guzzling bus rides and teacher shortages that have turned four-day weeks into an important recruiting tool.
The four-day week is a “contagion,” said Paul Hill, a research professor at the University of Washington Bothell who has studied the phenomenon in Idaho and who worries that the consequences of the shift — particularly for poor kids — are unknown.
But in other states, the Great Recession sparked a spike in the growth of four-day weeks that has since slowed, according to data collected by The Washington Post. Oklahoma stands out for the velocity with which districts have turned to a shorter school week in the past several years, one of the most visible signs of a budget crisis that has also shuttered rural hospitals, led to overcrowded prisons and forced state troopers to abide by a 100-mile daily driving limit.
Democrats helped pass bipartisan income tax cuts from 2004 to 2008. Republicans — who have controlled the legislature since 2009 and governorship since 2011 — have cut income taxes further and also significantly lowered taxes on oil and gas production.
“The problems facing Oklahoma are our own doing. There’s not some outside force that is causing our schools not to be able to stay open,” said state Sen. John Sparks, the chamber’s top Democrat. “These are all the result of a bad public policy and a lack of public-sector investment.”**


La polarización de la política y la vida norteamericana ha hecho que la educación sea un caballo de batalla desde el gasto público, como ocurre con la sanidad. Las políticas neoliberales que siguen practicando solo buscan aumentar la brecha, ya sea en salud o en educación, los dos pilares básicos de una sociedad. Se trata de dar más ventajas a los más pudientes.
Lejos de avanzar, los políticos conservadores se han hecho profundamente retrógrados y elitistas. Lo más sorprendente es cómo han conseguido enganchar a bolsas enormes de personas que se van a ver perjudicadas por las políticas que les aplicarán. Eso es lo que tiene peor explicación. Y es ahí donde entra el descenso de los niveles educativos. Es la ausencia de capacidad de enjuiciar lo que se nos ofrece lo que aumenta el valor de la ignorancia como capital político. La seducción de las masas con argumentos falaces, como el del cambio climático o las vacunas, solo es posible precisamente desde el aumento de la ignorancia social.
Una de las enormes perversiones que se producen cuando la sociedad deja de tener unas metas comunes más allá del enriquecimiento es la "importación de conocimiento". El planteamiento asumido por los republicanos y aliados de Donald Trump es que la educación es una "inversión" en la persona para que produzca más riqueza que la que ha costado. Se estudia para ascender socialmente y eso se produce a través del éxito del que se benefician  aquellos que los contratan.


La inversión en formación es la que se contempla dentro del concepto sociedad-fábrica imperante. Las inversiones en educación se realizan para poder ser más competitivos teniendo personas más cualificadas en el mercado laboral. Algunos países hacen como los Estados Unidos de Trump: es más barato socialmente importar conocimiento (talento) que producirlo socialmente. Los ingenieros sociales hacen sus cálculos y les resulta mejor importar talento que producirlo a través de la inversión en el sistema educativo. La causa es muy sencilla: el talento que se importa está ya demostrado mientras que el propio hay que sembrarlo para que surja sin tener muchas garantías. Se trata de tener lo que se necesita en cada momento para seguir beneficiándose.
Las grandes compañías que se han opuesto a las prohibiciones de entradas de personas desde determinados países no lo han hecho desde la perspectiva social de la inmigración, sino desde su "derecho" a contratar "talento" en el exterior como fórmula más barata que buscarla dentro. A los obreros se les ha prometido echar la mano de obra extranjera, desmantelar las fábricas americanas en el exterior, frenar las importaciones de productos exteriores mediante elevados aranceles... puro proteccionismo.
La función de la educación es doble. Indudablemente tiene una vertiente laboral en nuestras sociedades, pero la esencial es la formación de la persona para que pueda desarrollar sus potenciales humanos: creatividad, autonomía de criterio, responsabilidad, ciudadanía, respeto. Es propio de la civilización tener una aspiración de la mejora de la persona.

En el siglo XVIII surgen dos movimientos, la Revolución Industrial y la Ilustración. Ambos tienen visiones muy distintas del ser humano. La Revolución Industrial necesita de los obreros y transformará a los seres humanos para que sean más eficaces en su producción para beneficio de los que la controlan. La Ilustración creará valores humanos críticos para evitar que el ser humano sea manipulado por las fuerzas que lo atan desde la cuna, por usar la expresión rousseauniana. Esas dos fuerzas siguen debatiéndose en dos concepciones del ser humano. En ocasiones se busca armonizarlas, pero en otras pueden anularse.
Trump no representa ningún tipo de valor social. Su nacionalismo, incluso, es grosero, zafio y oportunista. No implica ningún tipo de valor de la persona que vaya más allá de la riqueza y el poder. Su definición de una América que vuelva a ganar guerras le define claramente. Hasta el momento no ha hecho sino vender armas y exigir un pago por protección a sus aliados. Su único argumento es la violencia, ya sea la del terrorismo o la de los enemigos que necesita crearse (China, México...) para mantener su discurso embrutecedor del poder.
No son los Estados Unidos de Trump los únicos que apuestan por la ignorancia. Cada vez más se ve la autonomía de la persona como un peligro, un pecado o ambas cosas a la vez. Cada vez el camino se vuelve más oscuro para el que emprende el ideal ilustrado de intentar llegar a ser él mismo.
El espectáculo de Trump desplazando al primer ministro de Montenegro para poder ir delante del grupo es un retrato moral. Muestra lo que da de sí el personaje y lo que los Estados Unidos tiene al frente. Con todo, los peores momentos de Donald siempre estarán por llegar.


* "Trumplomacy: the best of Donald's worst moments in Europe" Euronews 26/05/2017 http://www.euronews.com/2017/05/26

** "With state budget in crisis, many Oklahoma schools hold classes four days a week" The Washington Post 27/05/2017 https://www.washingtonpost.com/local/education/with-state-budget-in-crisis-many-oklahoma-schools-hold-classes-four-days-a-week/2017/05/27/24f73288-3cb8-11e7-8854-21f359183e8c_story.html



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